Con una tasa de 44 asesinatos por cada 100.000 habitantes y más de 7.000 homicidios durante este 2023, Ecuador vivió su año más violento de su historia reciente. Quizás el hecho más grave ocurrió en plena campaña presidencial, en agosto pasado, cuando el candidato Fernando Villavicencio fue asesinado a tiros cuando salía de un mitin en Quito.
Pero junto con los problemas de orden público y narcotráfico, el país también se vio sacudido por cuenta de la inestabilidad política. En mayo, el entonces mandatario Guillermo Lasso declaró la muerte cruzada, una jugada con la que eludió un juicio de destitución, pero decretó el adelanto de elecciones. Ahora, Ecuador tiene al joven empresario Daniel Noboa como presidente, quien ahora tiene el enorme reto de llevar las riendas del país durante 18 meses y tratar de hacer frente a la violencia y la inestabilidad.
La violencia y la inestabilidad política desafían a Ecuador
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Oleh
Droe Chifa
